Esta etapa está presente en los años previos a la llegada de tu menopausia, tu cuerpo sufre alteraciones de los niveles de estrógenos y progesterona. Aparecen algunos síntomas:
- Tus ciclos menstruales pueden acortarse o alargarse, incluso tu flujo menstrual puede ser más ligero o abundante. En algunas mujeres ocurre que no tienen la regla algún mes o que no ovulen.
- Pueden aparecer sofocos, una sensación repentina de calor muy intenso en la parte superior del cuerpo.
- Los estrógenos pueden afectar a tu estado de ánimo y quizás sufrir irritabilidad o cambios de humor.
- La lubricación y elasticidad de la vagina se pueden ver afectadas por la disminución de los estrógenos. Apareciendo infecciones urinarias o vaginales e incontinencia urinaria.
- Puedes notar que la libido ha disminuido.
- También afecta a la pérdida de la densidad ósea ya que los estrógenos intervienen en el intercambio de la masa ósea y la renovación del hueso. Esto conlleva a un aumento del riesgo de osteoporosis y de fractura de huesos.
- Tus niveles de colesterol sanguíneo pueden aumentar ya que los estrógenos causan un aumento de las lipoproteínas de baja densidad, lo que se conoce como el «colesterol malo». Esta circunstancia hace que se eleve el riesgo de enfermedad cardiovascular.