Vamos a aprender a diferenciar estos dos aspectos.
Hambre real:
No se quiere algún alimento concreto, vale cualquiera, y no tienen que ser alimentos muy
sabrosos, se suelen preferir alimentos voluminosos.
Surge a unas horas concretas, las habituales de comer cada día o un poco antes.
Aparece de forma paulatina, son sensaciones de vaciado, ruidos abdominales, salivación…
Cuando estás lleno, eres capaz de parar de comer, ya te encuentras satisfecho y sientes que tu estómago está lleno.
Suele acabar con plenitud y bienestar.
Antojo o apetito:
Te apetece un alimento en concreto que suele ser muy sabroso, dulce o salado, te genere bastante placer.
No eres capaz de dejar de comer ese alimento, puedes sufrir atracones o te apetece picar entre horas.
Aparece de forma súbita, cuando lo ves o te acuerdas de ese alimento.
Sueles terminar de comer con algo de remordimiento, pesadez y en algunos casos.