Se describe como un cansancio poco habitual que es no comparable al agotamiento físico después de un esfuerzo físico o mental y que no se puede recuperar mediante un sueño reparador.
Presenta unos síntomas inespecíficos que son: niebla mental, dolor de cabeza, ganglios linfáticos agrandados y dolorosos, intestino irritable, sueño no reparador y dolor muscular o articular.
Llevar una alimentación antiinflamatoria es fundamental para reducir el perfil inflamatorio y disminuir la fatiga.
Puedes consumir:
- Ácidos grasos poliinsaturados Omega-3, presente en pescados azules.
- Vitaminas antioxidantes: A, C y E.
- Vitamina D.
- Polifenoles.
- Minerales: magnesio, selenio, yodo,…
Alimentos ricos en vitaminas antioxidantes y otros antioxidantes:
- Especias: tienen propiedades antioxidantes gracias a, entre otros micronutrientes, su contenido en vitaminas antioxidantes como la vitamina C y E. Por ejemplo, la curcumina, principio activo de la planta de la cúrcuma.
- Tomate: contiene licopeno, junto con la vitamina C protege contra las enfermedades cardiovasculares, protege la piel y parece desempeñar un papel en la prevención de los cánceres del tubo digestivo y de próstata.
- El resveratrol, es uno de los polifenoles más conocidos, se encuentra principalmente en el vino tinto y las uvas, actúa disminuyendo los niveles de ácido araquidónico que luego provocan la inflamación.
- Café: tiene poder antioxidante debido a la presencia de ácidos clorogénicos y parece tener un papel protector frente a la enfermedad de Parkinson y la diabetes de tipo 2. El café cuenta con más capacidad antioxidante que una de las vitaminas antioxidantes más fuertes, la vitamina C.
- Té verde: contiene polifenoles, bioflavonoides y taninos, ayuda a reducir la absorción de azúcar, facilita la digestión, remineraliza los huesos y fortalece la piel y el cabello. Además, contiene vitaminas antioxidantes como la vitamina C y la vitamina E.
- Cacao contiene catequinas, polifenoles con acción vasodilatadora, que reducen la presión arterial y regulan el colesterol.
- Cereales: ricos en vitaminas antioxidantes A, E y C; es mejor consumirlos integrales porque son fuente de micronutrientes importantes como hierro, selenio, zinc y magnesio.
- Legumbres: contienen unos polifenoles presentes sobre todo en la piel, que tienen propiedades antioxidantes.
- Pescado: un alimento esencial para alternar con la carne, rico en ácidos grasos esenciales omega-3 como el EPA, ácido eicosapentaenoico y el DHA, ácido docosahexaenoico, con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, desempeña un papel en la protección del corazón. La caballa, el salmón, el arenque y el pez espada son especialmente ricos en ellos.
- Aceite de oliva virgen extra, es un potente antioxidante porque es rico en alfa-tocoferoles, más conocidos como una de las vitaminas antioxidantes, la vitamina E.
- Semillas oleaginosas: las semillas de chía, lino, calabaza, sésamo y cáñamo proporcionan un buen aporte de fibra y minerales importantes como selenio, hierro, magnesio y fósforo, son ricas en omega-3, y tienen beneficios para la salud del corazón y la función cerebral. Se recomienda consumir unos 30 g al día.