Fibra en la menopausia

Comenzamos descubriendo ¿qué es la fibra dietética?: es una parte de los alimentos de origen vegetal que no puede ser digerida por las enzimas del sistema digestivo humano. Tiene la característica especial de no descomponerse ni absorberse durante la digestión. Podemos diferenciar dos tipos de fibra:

– Fibra soluble: se disuelve en agua y forma una sustancia gelatinosa en el tracto digestivo. Puede ayudar a reducir los niveles de colesterol y glucosa en sangre. Los alimentos que nos aportan este tipo de fibra son: los orejones, judías blancas, la avena, las manzanas, los cítricos, las arvejas, las zanahorias, brécol, habichuelas…

– Fibra insoluble: no se disuelve en agua y agrega volumen a las heces, facilitando el movimiento a través del sistema digestivo. Nos puede ayudar en caso de padecer estreñimiento. Las encontramos en alimentos como: germen de trigo, almendra sin cáscara, higo seco, dátil, pan integral, membrillo,…

Destacamos 3 beneficios de la fibra en nuestra salud:

La cantidad diaria recomendada de fibra varía según la edad, el género y otros factores individuales, pero en general, se recomienda un consumo diario de al menos 25 gramos para mujeres y 38 gramos para hombres.

En la MENOPAUSIA, además de todos los beneficios ya observados, nos va a ayudar a nivelar los estrógenos. Lo hace de la siguiente manera: cuando los niveles de estrógeno son más altos que la progesterona, la fibra puede unirse al exceso de estrógeno y eliminarlo a través del intestino.

Y luego, tanto durante la menopausia como en la postmenopausia puede ayudarnos a evitar algunos síntomas y problemas habituales a causa de la disminución de estrógenos:

 Aumento de peso: ocurre porque hay cambios hormonales y el metabolismo es mucho más lento. La zona abdominal suele aumentar de volumen. La fibra proporcionar una sensación de saciedad. Además, al aumentar la sensibilidad a la insulina y equilibrar los niveles de azúcar en sangre.

– Enfermedades cardiovasculares: existe un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular debido a la disminución de los niveles de estrógeno, la fibra soluble, en particular, puede ayudar a disminuir los niveles del LDL colesterol.

– Control de glucosa: la fibra estabiliza los niveles de glucosa en sangre.

 Salud ósea: la fibra también puede ayudar a promover la absorción de minerales como el calcio y el magnesio, importantes para mantener la densidad ósea, con ello se evita el desarrollo de osteoporosis.

– Estado anímico: durante esta etapa es habitual sufrir cambios de humor, irritabilidad, depresión, debido a la disminución de los estrógenos ya que afectan a la serotonina y la noradrenalina. Si nuestra alimentación es rica en fibra nos ayudará a equilibrar la flora intestinal y eso influye en la producción de serotonina, mejorando tu estado de ánimo.

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